Prevención y tratamiento para el dolor en la región lumbar
Si tiene dolor en la zona lumbar, también conocido como lumbago, no está solo. El dolor de espalda es una de las quejas más comunes lo que resulta en visitas al médico o pérdida de días de trabajo. Es tan común que incluso niños de edad escolar lo experimentan.
El dolor de espalda puede ser un dolor leve y constante o un dolor repentino y punzante. Se puede desarrollar con el tiempo, debido a la edad o a una lesión, o aparecer de repente. Se puede esperar un poco de dolor de espalda, por ejemplo si comienza a realizar actividad física luego de un mes, ¡o una década! Con esta descripción pareciera que no puede escapar de él, ¿verdad? Pero si conoce los factores de riesgo, es posible que lo haga.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo son inevitables, como la edad. Esto no significa que no puede hacer lo mejor para vivir una vida saludable, sin dolor. Pero no se preocupe: este artículo también incluye información sobre cómo prevenir el dolor de espalda.
Estos son los factores de riesgo que debe tener en cuenta:
Edad
La edad contribuye a una pérdida de fortalecimiento de los huesos. A medida que envejecemos, perdemos elasticidad y tonificación muscular. También estamos más en riesgo de desarrollar osteoporosis (una enfermedad ósea en la cual perdemos masa ósea, se crea muy poca o ambos).
Ansiedad, dolor crónico, depresión y estrés
Estos desafíos de salud pueden afectar el cuerpo de varias formas, que incluye la tensión muscular, y puede influir en qué tanto uno se enfoca en el dolor y cuánto siente su severidad. En el caso del dolor crónico, lidiar con él puede resultar en ansiedad, depresión y estrés. Si sufre de dolor crónico, hay formas en las que puede manejarlo. También tiene disponible ayuda para la salud mental.
Mochilas
Las mochilas con exceso de peso con libros y suministros pueden sobrecargar la espalda y causar fatiga muscular, incluso en niños pequeños. Esto también se aplica a carteras.
Falta de ejercicio
Sorprendentemente, esto se debe a que los músculos abdominales no soportan mejor la columna o los músculos débiles de la espalda. Cuando la actividad física no es frecuente (realizar ejercicios los fines de semana, por ejemplo), es más probable que tenga dolor de espalda. Realizar ejercicios con regularidad es mejor.
Genética
Ciertas formas de artritis son genéticas, como la espondilitis, por ejemplo. La espondilitis es una artritis inflamatoria que afecta a la columna vertebral y las articulaciones de gran tamaño, lo que resulta en movilidad limitada de la columna.
Factores relacionados al trabajo
Cargar objetos pesados, empujar o tirar, especialmente si se debe girar o vibrar la columna, puede causar una lesión. Trabajar en un escritorio todo el día también contribuye, y empeora debido a una mala postura o una silla que no tiene suficiente soporte en la espalda.
Fumar
Fumar limita el flujo de sangre y oxígeno a los discos de la columna vertebral, lo que causa un deterioro más rápido. ¿Quiere dejar de fumar? ¡Podemos ayudarle!
Peso
El exceso de peso, especialmente si se gana rápidamente (como durante el embarazo) es una carga para la espalda. Tener sobrepeso en general también es un factor contribuyente.
Diagnosticar el dolor de espalda
A pesar de conocer todos los factores de riesgo, todavía puede ser difícil conocer la verdadera causa del dolor de espalda. Su proveedor de atención de salud repasará su historial médico y exámenes físicos con usted. Por lo general, dicha visita puede identificar cualquier afección seria que puede causar el dolor. Los exámenes neurológicos también pueden ayudar, así como también los diagnósticos por imágenes. Por ejemplo, se puede usar una radiografía para descartar causas específicas de dolor, como tumores.
Prevención del dolor de espalda
Para mantener una espalda saludable, siga estas recomendaciones:
- Tenga en cuenta su postura al dormir y use un colchón firme. Dormir de lado con las rodillas hacia el pecho en posición fetal puede ayudar a abrir las articulaciones de la columna vertebral. También alivia la presión al reducir la curvatura de la columna.
- Realice actividad física con regularidad para mantener los músculos fuertes y flexibles. Elija ejercicios de bajo impacto, adecuados a su edad y con el objetivo de fortalecer la zona lumbar y los abdominales. Si busca sugerencias, llame a su proveedor de atención de salud.
- Si debe cargar objetos pesados, hágalo de manera segura. Use sus rodillas, apriete los músculos de la panza y mantenga la cabeza hacia abajo, en línea con su espalda, la cual debería estar recta. Mantenga los objetos cerca de su cuerpo y no gire. No intente cargar objetos demasiado pesados para usted.
- Mantenga un peso saludable y siga una dieta nutritiva. Una buena dieta debe incluir alimentos ricos en calcio (productos lácteos y verduras verdes como kale, berzas y brócoli), fósforo (leche de vaca, frijoles y lentejas) y vitamina D (salmón, sardinas y yemas de huevo).
- Muévase, realice intervalos regulares entre sentarse y pararse. Realizar caminatas cortas en la oficina o su vecindario puede ayudar o usar un escritorio de pie. Una almohada o una toalla enrollada colocada detrás de la espalda mientras está sentado ofrece soporte en la zona lumbar. Coloque sus pies en una banqueta baja o una pila de libros cuando esté sentado por mucho tiempo.
- Deje de fumar. No solo causa deterioro en los discos vertebrales, como se mencionó anteriormente, sino que aumenta el riesgo de osteoporosis. Toser por fumar también causa dolor en la espalda.
- Use muebles de su casa y trabajo diseñados para soportar su espalda. Asegúrese de que las superficies de trabajo estén a una altura cómoda.
- Use zapatos cómodos de tacón bajo.
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Fuentes:
Institutos Nacionales de la Salud
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