Estas afecciones pueden tener un impacto en la vida diaria y también pueden afectar la capacidad de relacionarse con otras personas. Las afecciones de salud mental son mucho más comunes de lo que usted piensa, principalmente porque a las personas no les gusta hablar o tienen miedo de hablar sobre ellas. Sin embargo:
- 1 de cada 5 adultos estadounidenses presentan una enfermedad mental cada año.
- 1 de cada 25 adultos estadounidenses desarrollan una enfermedad mental grave cada año.
- 1 de cada 6 jóvenes estadounidenses de 6 a 17 años experimentan un trastorno de salud mental cada año.
- El 50% de todas las enfermedades mentales a lo largo de la vida comienzan a los 14 años y el 75% a los 24 años.
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Una afección de salud mental no es el resultado de un evento.
Las investigaciones señalan múltiples causas relacionadas. Los factores genéticos y ambientales, y el estilo de vida tienen todos algo que ver. Un trabajo o una vida personal estresante hace que algunas personas sean más susceptibles, lo mismo sucede con los eventos traumáticos. La forma en que las sustancias químicas actúan en el cuerpo, los circuitos y la estructura básica del cerebro también puede desempeñar un papel.
Esto no significa que usted tiene algún problema o que usted, o su familia, hizo algo "malo". Uno no tiene la culpa de tener una enfermedad mental. Y para muchas personas, la recuperación es posible, especialmente cuando comienzan un tratamiento de forma temprana y participan activamente en el proceso. Hay esperanza de volver a tener un papel significativo en la vida social, la escuela y el trabajo.
Síntomas
Cada enfermedad tiene sus propios síntomas, pero las señales comunes de la enfermedad mental en los adultos y adolescentes pueden incluir estas:
- Abuso de sustancias como alcohol o drogas.
- Un miedo intenso de subir de peso o preocupación por la apariencia.
- Evitar amigos y actividades sociales.
- Cambios en los hábitos alimenticios (más hambre, falta de apetito, etc.), deseo sexual o hábitos del sueño.
- Cansancio y falta de energía.
- Pensamiento confuso o problemas para concentrarse y aprender.
- Dificultad para entender o relacionarse con otras personas.
- Desafíos en la comprensión de la realidad (delirio o experimentar y sentir cosas que no existen).
- Preocupación o miedo excesivo.
- Cambios extremos en el estado de ánimo, incluidos "picos" incontrolables o sensaciones de euforia.
- Tristeza o depresión excesivos.
- Dificultad para completar las actividades diarias o para manejar los problemas diarios y el estrés.
- No poder percibir los cambios en los sentimientos, el comportamiento o la personalidad.
- "Falta de percepción" o la incapacidad de reconocer la afección mental.
- Múltiples dolencias físicas sin causas aparentes (como dolor de cabeza, dolor de estómago, "dolores y malestares" vagos y constantes).
- Sentimientos prolongados o fuertes de irritabilidad o ira.
- Pensar en el suicidio.
Las afecciones mentales también pueden desarrollarse en los niños pequeños.
Debido a que todavía están aprendiendo a identificar y hablar sobre sus pensamientos y emociones, sus síntomas más obvios están en el comportamiento. Los síntomas en los niños pueden incluir estos:
- Cambios en el rendimiento escolar.
- Preocupación o ansiedad en exceso, por ejemplo, enfrentamiento a la hora de ir a la cama o escuela.
- Pesadillas frecuentes.
- Desobediencia o agresión recurrente.
- Berrinches recurrentes.
- Comportamiento hiperactivo.
Diagnóstico
Si tiene síntomas, hable con su médico. Para muchas personas, obtener un diagnóstico certero es el primer paso para realizar un tratamiento. Los tratamientos para las enfermedades mentales varían según el diagnóstico y la persona. No hay un enfoque único para todos. Entre las opciones de tratamiento se incluyen medicamentos, asesoramiento (terapia), apoyo social y educación. Por lo que conocer sus preferencias y objetivos lo ayudarán.
Dónde conseguir más ayuda
- No tenga miedo de pedir ayuda si usted u otra persona que conoce la necesita. Aprender todo lo que pueda sobre la salud mental es un importante primer paso.
- Si usted o alguien que conoce necesita ayuda ahora, llame o envíe un mensaje de texto a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio de inmediato al 988 o al 911. Más ayuda e información disponible en 988lifeline.org.
- También puede comunicarse con su médico de cabecera o la autoridad de salud mental del estado/condado para conocer más recursos.
- Además, verifique si su empleador ofrece un Programa de Asistencia al Empleado (EAP), el cual puede brindar sesiones de asesoramiento gratis.
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Fuentes: "Know the Warning Signs | NAMI: National Alliance on Mental Illness". National Alliance on Mental Illness.
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